John Martin Feeney (John Ford) nació el 1 de febrero de 1894, en Cape Elizabeth, una ciudad costera de Maine. De pequeño era un mal estudiante, su padre siempre pensó que se ordenaría sacerdote. De joven se encamino profesionalmente al mundo de la publicidad pero pronto acabo en la Meca del cine, siguiendo los pasos de su hermano, Francis Ford, actor, guionista y cineasta en Universal, el cual le dio trabajo en sus películas, a veces como intérprete, pero también como ayudante de dirección. En 1917, escribió, protagonizó y dirigió su primer corto, el western mudo The Tornado, en cuyos títulos de crédito firmaba como Jack Ford. Causó tan buena impresión en Universal, y pronto le pusieron al frente de largometrajes, como The Fightin Gringo, el primero de los más de 130 que llegó a rodar. Durante los años 20, Ford fue aprendiendo el oficio, y desarrolló su particular estilo, que consistía en seleccionar el encuadre ideal y dejar hacer a los actores, a los que dirigía con una gran habilidad. Se consagró con El caballo de hierro, donde narraba las dificultades que tuvieron los operarios del ferrocarril, con imágenes cercanas al documental. En esos años conoció a la mujer de su vida, Mary McBryde Smith, tuvieron dos hijos, Patrick Michael y Barbara.
Sus mejores años profesionales fueron los años 30, donde ya hacia el cine tal y como lo conocemos. La película mas influyente de esa época es La diligencia, de 1939, que transformó para siempre no sólo el western, sino también el cine de acción. En dicha película John Wayne se convirtió en una estrella, y en el actor fetiche de John Ford, pues el director le consideraba “el mejor actor de Hollywood” y el hombre que mejor se representaba a sí mismo en la pantalla.
Aunque Ford tenía fama de tratar a los actores duramente en los rodajes, lo cierto es que mantenía una gran amistad con muchos de ellos. A diferencia de otros directores, Ford solía trabajar con los mismos actores, a los que siempre sabía darles ese personaje que mejor les venía.
Las raíces irlandesas del creativo realizador explican la temática de su obra, que siempre gira en torno a la lealtad, la camaradería, la familia y sobre todo la tradición.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Hollywood también colaboró en la lucha contra los nazis, sobre todo produciendo propaganda bélica. Los mejores directores del momento son reclutados por el ejército, entre ellos John Ford, que alcanzó el grado de comandante, dedicándose a documentales sobre la marina.
Al término de la guerra, Ford siguió cosechando éxitos., pero tanto él como otros ilustres directores de su generación fueron desplazados por nuevos talentos. Aunque John Ford nunca fue tan popular para el gran público como Alfred Hitchcock, sus películas siempre triunfaron en taquilla, por su calidad, y porque estaban protagonizadas por actores como John Wayne, que era una gran estrella. Se le recuerda sobre todo por sus westerns.
Al final de su carrera, Ford estaba preocupado por algunas críticas que le habían acusado de racista y machista, esto influencio su cine de entonces. murió de cáncer de estómago el 31 de agosto de 1973.
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