Waterloo (1970)

Título original: Waterloo
Dirección:  Sergei Bondarchuk
País: Italia, Unión Soviética
Año: 1970
Duración: 123 min.
Género: Drama, Histórico, Bélico, Acción
Reparto:  Rod Steiger, Christopher Plummer, Orson Welles, Jack Hawkins, Virginia McKenna, Dan O’Herlihy, Rupert Davies, Philippe Forquet, Gianni Garko, Ivo Garrani, Ian Ogilvy,  Michael Wilding, Sergo Zaqariadze, Terence Alexander, Andrea Checchi, Donal Donnelly, Charles Millot, Yevgeni Samojlov, Oleg Vidov, Charles Borromel, Peter Davies, Veronica De Laurentiis, Vladimir Druzhnikov, Willoughby Gray, Roger Green, Orso Maria Guerrini, Richard Heffer, Orazio Orlando, John Savident, Jeffrey Wickham, Susan Wood, Gennadi Yudin
Distribuidora: No disponible
Productora: Mosfilm, Dino de Laurentiis Cinematografica
Presupuesto: 25.000.000,00 $
Departamento editorial: Jean Oser, Vanio Amici, Yelena Mikhajlova
Departamento musical: Wilfred Josephs
Dirección artística: A. Menyalshchikov, Ferdinando Giovannoni
Diseño de producción: Mario Garbuglia
Efectos especiales: Giulio Molinari, Vladimir Likhachyov
Fotografía: Armando Nannuzzi
Guión: H.A.L. Craig
Guionista colaborador: Sergei Bondarchuk, Vittorio Bonicelli
Maquillaje: Alberto De Rossi, Giannetto De Rossi, Mikhail Chikiryov
Montaje: Richard C. Meyer
Música: Nino Rota
Producción: Dino De Laurentiis
Producción asociada: Tom Carlile
Producción ejecutiva: Dino De Laurentiis
Producción ejecutiva asociada: Richard C. Meyer
Sonido: Alban Streeter, Christopher Lancaster, Gordon Everett, Gordon K. McCallum, John Dennis, Kevin Gurry, Les Wiggins, Renato De Santis,
Vestuario: Maria De Matteis, Maria Fanetti, Nadezhda Buzina

Sergei Bondarchuk había triunfado con su insuperable versión de Guerra y paz (1967) que parecía la persona ideal para dirigir esta visión espectacular de Waterloo (1970), la batalla que puso fin definitivamente los delirios imperialistas de Napoleón Bonaparte cuyas tropas fueron literalmente masacradas. Resulta paradójico que una política que en aquel tiempo era la más progresista de toda la humanidad, como era la República, que se instaló cómodamente en los Estados Unidos de América se corrompió por las campañas bélicas y el exceso de ambición de su líder Bonaparte. La película está lejos de la mentada Guerra y paz, a pesar de todo una película completamente distinta porque si es cierto que hubiera batallas, el eje central de la película no son las mismas sino las tramas dramáticas de sus personajes centrales. Así en esta cinta que en su día jugó la carta espectacular gracias a las secuencias de movimientos de masas, vistas en grandes pantallas, lo que en su versión de video queda disminuida sensiblemente, la parte humana tiene una importancia menor. Wellington contra Napoleón, los sueños de gloria de éste quedan en la nada. Imágenes que parecen pinturas, paisajes que cobran vida. Lo espectacular ahoga lo dramático, lo que en realidad es una guerra. Un ejercicio sistemático de destrucción humana, segando vidas preciosas de ciudadanos de unos países en contra de otros, siempre en beneficio de los intereses de los poderosos, los aristócratas europeos, amos indiscutibles de todo el continente. La película debe verse más como un documento histórico que como una  historia de unos seres abocados a la destrucción mutua por intereses que no son los suyos.

SIPNOSIS:
El 18 de junio de 1815 tuvo lugar la batalla de Waterloo, en la cual Napoleón Bonaparte (Rod Steiger) perdió definitivamente la guerra contra las fuerzas británicas, holandesas y alemanas, comandadas por el Duque de Wellington (Christopher Plummer). Esta película dirigida por Sergei Bondarchuk recrea aquellos hechos que se produjeron con la presencia en la sombra de Luis XVIII (Orson Welles).

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